Entregarme an otra existencia, la que solo me hara soportar porque Jami?s la podre evacua completamente, debiendo aceptar que nunca sera mia, me puede conducir a la frustracion o al verdadero amor. Existen realidades palpitando por si mismas que no dependen sobre mi. Cuando individuo engendra una vida, esta se pertenece a si misma, su encontrarse sera suyo y no ha transpirado a pesar de acontecer mi vi?stago, no seria efectivamente mio. Ni siquiera somos sobre nosotros mismos, y no ha transpirado aquello el que es verdaderamente nuestro, ademas goza de la posesion del secreto, ya que nuestro ser nos ha sido cubo como un obsequio. Amar seria, en este sentido, entregarse a un secreto. Vamos a dejar el corazon en manos sobre otro. MI certeza la entrego. El padecimiento parece inherente a esta aciaga requisito, puesto que el manto de lograr asi como cautela, al depositarse en lo amado, seria todo el tiempo supeditado sobre otras realidades, ajenas a nuestro apreciar. Lewis nos manifiesta el absurdo de el que nunca se atreve a amar. Un ser al que nadie conocera, por motivo de que se quedo en su cofre negro y aislado, de el que De ningun modo salio asi como al cual ninguna persona nunca permitio entrar. Contradecir el amor y su irse de si, seria permanecer en un iglu sobre hielos egoistas desplazandolo hacia el pelo cerrados. Lo cual es antinatural, contrario a la plenitud de la vida. Asi lo demuestra:
“Llegar a amar es acontecer vulnerables sea lo que sea lo que amemos, con toda resguardo se nos estrujara el corazon, y no ha transpirado, posiblemente, se nos rompera. Si queremos asegurarnos de mantenerlo intacto, no es necesario entregarselo a nadie, ni siquiera a un animal. Arrebujemoslo cuidadosamente dentro de pasatiempos y chicos lujos; evitemos la totalidad de las complicaciones; mantengamoslo a menos encerrado en el cofre o en el ataud de nuestros egoismos.” (1)
Si no tengo la plenitud en mi ser debo satisfacerla con al completo lo al margen a mi similar, especialmente mis semejantes asi como Dios.
Trascender es un exigente, un mandato natural. El varon seria apertura, no deberia cerrarse en si igual. El apego lo lleva por esta senda que su acontecer reclama. Cuando individuo esta necesitado debe procurar lo que le carencia. Podemos conocer que necesitamos, No obstante, nunca obligatoriamente que es lo que realmente necesitamos. Si hemos obtenido una cosa que nos hace dano o nos contraria, lo principal sera notar de que no es lo que necesitamos. De este modo es igual que Lewis plantea el amor como necesidad:
“Todo cristiano estaria de acuerdo en que la salubridad espiritual sobre una humano, es exactamente proporcional a su apego a Dios, pero el amor sobre los seres humanos a Dios, por la esencia misma de la coincidencia, todo el tiempo deberia ser en gran parte – asi como usualmente enteramente- un apego urgencia. Esto es licencia cuando imploramos perdon por nuestros pecados o asiento en modelos tribulaciones, aunque, a la larga, lo realiza quizas mas claro nuestro creciente – puesto que creciente debiera ser- saber que todo nuestro acontecer es, por su indole misma, una vasta carencia: incompleto, preparatorio; vacio y, sin embargo, atiborrado, clamando por aquel que puede desenredar lo que actualmente se halla enredado y no ha transpirado atar los cabos que aun se protegen sueltos. Nunca digo que el varon nunca pueda dar nada a Dios, sino ese amor urgencia. Los espiritus elevados podran hablarnos sobre cosas sobre gran valor, aunque, Conforme creo, igualmente seran las primeros en decirnos que esas alturas dejarian de ser verdaderas Gracias, Con El Fin De transformarse en ilusiones neoplatonicas o, finalmente, diabolicas, en la ocasion similar en que alguien osara meditar que podia vivir sobre ellas desplazandolo hacia el pelo, en lo seguido, excluir el factor necesidad.” (2)
La idea de el parrafo citado nos muestra el riesgo que radica en refutar la carencia que nos es primordial.
La idea del parrafo citado nos muestra el riesgo que radica en rechazar la carencia que nos es primordial. Es la confusion sobre pensar que los sentimientos o razonamientos elevados, que nos instalan en lo divino, son en realidad el tiempo Dios. Meditar que lo que representan seria nunca unicamente la fama, sino la verdad misma. Un mistico debe saber que sobre la noche oscura nunca se sale plenamente en esta vida. Un filosofo atisbara verdades, pero la realidad en su plenitud esta vedada de los ojos sobre este universo. El error se fundamenta en detenerse en el trayecto, creyendo que se ha alcanzado el final de este.
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